¡Dale luz a tu piscina!

¡Dale luz a tu piscina!

¡Dale luz a tu piscina!

La buena iluminación de la piscina puede marcar una gran diferencia con el resto ya que complementa la decoración y estilo de todo el hogar, formando parte de la decoración externa de la vivienda y ocupando un gran espacio del jardín o del terreno ya que la luz es primordial en espacios abiertos.

Es de gran importancia escoger bien la iluminación de la piscina ya que no sólo se utilizará a modo nocturno sino que debe ir acorde con la estética de la vivienda.

Aunque las piscinas descubiertas los meses fuera de la temporada de baño no cobra importancia, los meses en los que la piscina es la protagonista, esta se convierte en el centro de atención, por lo que hoy os contamos qué tipos de iluminación se pueden aplicar a tu piscina:

  • Iluminación exterior: estos son los que se centran tanto en el jardín como en la piscina, dando la sensación de conjunto y armonía. Son ideales para zonas que son de ocio junto al jardín y existe una gran variedad que pueden incluso ser controladas desde un modulador interno dentro de la casa.
  • Iluminación subacuática: se podría decir que este tipo de iluminación es la típica por excelencia. En este caso, los focos se colocan en el interior de la piscina siendo así completamente sumergidos. Este tipo de instalaciones a pesar de ser mucho más típicas, tienen una complicación por el hecho de estar sumergidas. Son luces que están destinadas únicamente para este fin.
  • Iluminación flotante: si quieres ser original y distinto al resto, sin duda esta es tu opción. Las luces flotantes, dan alegría e intensidad al ambiente de la piscina. La función de estas luces a parte de estar flotando por la piscina y desplazarse de un lado a otro, es dar un toque de clase y diferenciación. Estas por el tipo de luces que son no van conectadas a la corriente, sino que van por baterías.

Una vez hablado de los tipos de iluminación que existen, vamos a contaros los tipos de luz que podemos encontrarnos y utilizar:

  • Halógenos: este tipo de luz se recomienda para piscinas que ya están hechas, es decir, que ya hayan sido construidas y se quitan añadir las luces a posteriori.
  • Fibra óptica: se podría decir que esta es la mejor opción y la que nosotros recomendamos, pero, ¿por qué? es te tipo de luz reúne todas las características de todos los tipos de luz, pero además, con la fibra óptica no arriesgamos a que haya calor ni electricidad en los cables, por lo que se elimina el mantenimiento que pueda realizarse en otros casos debajo del agua. También, eliminamos el riesgo de que haya un fallo eléctrico. Este tipo de luz no sólo es aplicable a piscinas sino que también podemos iluminar escalones u otras zonas de exterior.
  • LDs: después de la fibra óptica, esta es una de las mejores opciones debido a que la utilización de este tipo de luz supone un gran ahorro de energía debido a su gran eficiencia energética. Además, otra de sus ventajas es que tienen una mayor vida de uso y aporta unas mayores prestaciones.

En función del tipo de iluminación que se haya escogido y el tipo de luz, lo siguiente a hacer es conseguir el sitio ideal donde ubicarlas. Entre los sitios que se pueden colocar destacan: el interior de la piscinas, sus alrededores (bordillos), la zona exterior de ocio, jardín o hacer un mix entre las anteriores.

Evidentemente, siempre hay que tener en cuenta que es lógico que las luces también den seguridad, es decir, son elementos que deben estar debidamente colocados para aportar la luz necesaria para evitar cualquier tipo de accidente o inconveniente.

Esperamos que este blog sobre luz e iluminación os haya gustado y que os haya parecido información de interés.

Si queréis leer más información respecto a piscinas, os dejamos nuestro blog y nuestras redes sociales.

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