¿DEBO METER AL PERRO EN LA PISCINA?
Al igual que nosotros tenemos calor en verano y queremos refrescarnos, a nuestras mascotas les pasa completamente lo mismo ya que estos sufren mucho calor al exponerse a altas temperaturas.
Nosotros también disfrutamos del compartir los momentos del baño con nuestra mascota ya que es divertido, pero… ¿debemos hacerlo? ¿es seguro tanto para ellos como para nosotros? Hoy os lo contamos.
- Cuidado con los productos químicos
Al igual que para las personas no es muy beneficioso bañarnos en agua que está plagada de productos químicos, para nuestros animales tampoco ya que son productos que están sometidos a diversos químicos. Estos dependiendo de cuándo se hayan echado a la piscina puede provocarles irritaciones en la piel, conjuntivitis o incluso si llegan a ingerir el agua: vómitos y náuseas.
En el caso de que se hayan echado este tipo de productos, será necesario esperar el tiempo indicado por el fabricante para evitar intoxicaciones, tanto para nosotros como para nuestra mascota.
- Riesgo de quemaduras o insolación
En el caso de que se tenga un perro de pelaje albino o que en algunas zonas sufra de tener poco pelo, tienen tendencia a poder sufrir quemaduras solares. Al igual que para las personas, es recomendable utilizar protector solar para prevenir lesiones cancerígenas.
Evidentemente, teniendo cuidado, los perros no tienen ningún problema para bañarse en la piscina, per si hay que tener en cuenta una serie de precauciones, al igual que con los humanos.
A continuación, os explicamos una serie de precauciones a tener:
- Siempre que vayamos a sumergir al perro, que sea en compañía: esto es por si el animal tiene algún problema, que esté acompañado de un adulto o un responsable que pueda atenderle.
- Escaleras internas para facilitarle la salida: de esta forma cuando el perro se sienta agotado de nadar, podrá salir sin problema y sin sentirse agobiado.
- No obligarle: muchas veces queremos meter al perro en la piscina para que se de un baño con nosotros sin que a ellos les guste y esto les provoca estrés y miedo, por lo que, si se les obliga, sentirán un gran rechazo hacia la piscina.
- Tener cuidado con las orejas: en el caso de que sea una raza que tenga grandes las orejas habrá que tener especial cuidado ya que son más propensos a sufrir infecciones auditivas. Para intentar evitarlo, habrá que secarle bien al salir del agua.
- No alimentarles durante el baño: al igual que a las personas, meter al animal en el agua justo después de comer o darle comida una vez dentro puede ser perjudicial para el ya que puede provocarle un corte de digestión.
Esperamos que os haya gustado esta entrada de blog, ya que es algo distinta al resto que hemos ido publicando. Nos encanta darnos un buen baño con nuestro amigo peludo, pero siempre con cuidado y buscando el mejor beneficio posible para ellos.